Dependencia Emocional

La dependencia emocional es la necesidad afectiva extrema que algunas personas sienten en sus relaciones de pareja, Esta necesidad hace que se “enganchen” demasiado de las personas de las que dependen. El patrón más habitual en la relación de pareja, de un dependiente emocional, es el de sumisión e idealización hacia el compañero/a, por la baja autoestima que suele tener. Además de que estas personas dependientes suelen tener una sucesión casi ininterrumpida de relaciones muy tormentosas y desequilibradas.

¿CÓMO ES EL DEPENDIENTE EMOCIONAL?

  • Continuamente se encuentra padeciendo de altas necesidades emocionales, principalmente de falta de afecto.
  • No espera ni busca cariño porque nunca lo ha recibido y tampoco por esa misma razón está capacitado para darlo.
  • Simplemente se apega a alguien que idealiza.
  • Le interesan personas no gratas porque su baja autoestima le provoca fascinación al encontrar una persona tremendamente segura de sí misma, con cierto nivel de éxito o capacidades, a veces más supuestas que reales.
  • Entiende el amor como “apego”, enganche, sumisión, admiración a la otra persona y no como un intercambio recíproco de afecto.

 

¿CÓMO SON LAS RELACIONES DE LA PERSONA DEPENDIENTE EMOCIONAL?

Su relación con otra persona se basa en la necesidad excesiva de aprobación:

  • Vive preocupado por caer bien, incluso a personas que ve por primera vez o desconocidos.
  • Se empeña en lucir una buena apariencia.
  • Expresa de distintas manera sus demandas de atención y afecto: haciendo regalos o favores que no le piden, por ejemplo, preocupándose y estando pendiente de los demás.

Está lleno de expectativas irreales por su anhelo exagerado de tener pareja:

  • Se llena de ilusión y fantasía al comienzo de una relación, creyendo que ha encontrado a la persona que siempre ha andado buscando o al encontrarse con una persona interesante.
  • Uno de los pocos momentos felices de su vida es al iniciar una relación o ante la posibilidad de que eso ocurra.

Anhela relaciones exclusivas:

  • Siente la necesidad continua de disponer de pareja, amigos, hijos, etc.
  • Vive pendiente de estas relaciones, incluso llamándolas constantemente a su trabajo, controlándolas, vigilándolas, queriendo conocer hasta el último detalle de lo que hacen con su vida privada.
  • Invade la vida privada de la otra persona.
  • Agobia a su pareja con excesivas demandas de atención y de consideración.

Ocupan una posición subordinada en la relación:

  • Por su baja autoestima, elige parejas narcisistas o explotadoras.

La relación conduce a una continua y progresiva humillación:

  • Soporta desprecios, maltrato físico o emocional y humillaciones.
  • No recibe verdadero afecto.
  • Sus propios gustos e intereses son relegados a un segundo plano.
  • Son relaciones que no llenan el propio vacío emocional, solo lo atenúan y lo agravan, porque el problema no está resuelto y para hacerlo se debe entrar en contacto y conocimiento de los propios sentimientos más ocultos.
  • No recibe afecto, deteriorando aún más su autoestima.

Las rupturas pueden ser traumáticas:

  • El deseo de tener una relación es tan grande que se busca una relación después de otra.
  • Se tiene un prolongado historial de rupturas y nuevos intentos.
  • Cae en estados depresivos.

Posee una baja autoestima y un auto-concepto negativo:

  • No se ama a si mismo porque nunca ha sido adecuadamente amado, ni valorado por las personas significativas, sin dejar por esto de estar vinculadas a ellos.
  • La soledad emocional y su vacío se manifiestan más cuando no está en una nueva relación.
  • Los trastornos emocionales se hacen mayores.